lunes, 19 de marzo de 2007

¿UNA PAZ VIOLENTA?



Cuando Rodríguez Zapatero pone en solfa la supuesta transigencia democrática de ETA-Batasuna así como sus seráficas intenciones, sólo podemos plantearnos dos posibilidades: es poseedor de una atonía cultural mayúscula, o bien se muestra permisivo y condescendiente hacia la sangrienta realidad del movimiento nacionalista vasco.

La trufada imagen que nos trata de vender al resto de españoles alardeando de pacifismo y buena intención democrática por parte de los terroristas, no se ajusta con una realidad tan diáfana e incuestionable. Así, -y sirva de ejemplo- publica el diario ABC un artículo en el que amasa jirones de odio que no son más que el fruto de las tarambanas terroristas y la altivez triunfal que les supone saberse victoriosos de algo que parecía imposible.

De esta manera, podemos leer en el citado diario unas declaraciones puestas en negro sobre blanco en la página abertzale.org por el propio PTCV en las que se nos dice: "Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. También, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista”; unas líneas que perfectamente podrían ser sacadas de cualquier diario de Ho Chi Minh.

Pero al genuflexo ZP parece no importarle una realidad tan oscura. También es cierto que para un cobista de la II República y poseedor de la herencia genética de un partido nacido por y para el golpismo, que –incluso hoy día- sigue lisonjeando la revolución de Asturias como un acto de justicia democrática, resulte harto complicado hacerle amilanar por el olor de la sangre. El acondicionamiento es tan insondable…

El problema se agrava cuando la justicia permite pasar por el colador semejantes declaraciones de intenciones violentas y antidemocráticas y se maquilla la realidad dialécticamente. Como dijera el eximio filósofo Gustavo Bueno, el error adquiere volumen una vez que se transige con la realidad, desde la raíz hasta la copa. Esto es así cuando, por ejemplo, los medios se empecinan en llamar violentos a los propios etarras, rebajando su condición de asesinos y equiparándolos con un simple delincuente callejero que quema un contenedor, uniformando así el concepto de violencia. No señor, a las cosas por su nombre, dejándonos los eufemismos. ¿Y si los llamamos asesinos? ¿Y si los medios dijesen que Zapatero está negociando con unos asesinos con las manos manchadas de sangre? Ocurriría que sonaría a “realidad”, y los medios precisan descafeinar ésta para que entre así por las ventanas de las conciencias lo más suavemente posible. Así funciona la sugestión propagandística y así la digieren la mayoría de individuos narcotizados por los medios informativos. Nuestro Presidente sabe mucho del tema –herencia partidista nuevamente- y por ello utiliza todas y cada una de las debilidades de la psicología para varar en dique seco el barco de las pastrijas y tratar de perpetuarse en el poder.

Mal que nos pese, la tramoya propagandística de Zapatero está filtrándose entre la sociedad con una facundia desmedida, lo cual es un golpe a la democracia y un soplo de aire fresco para el terrorismo.

Si un paisaje sólo se conquista con la suela de los zapatos -como dijese Faulkner-, ETA-Batasuna están sabiendo medir el paso con rigor y paciencia, haciendo las veces de turiferarios del Gobierno para así ganarse su aquiescencia y plantar los pies en nuevas tierras de promisión. ¿Les suena?

1 comentario:

Legionarius dijo...

¿Qué se puede esperar de la justicia de este país con respecto al PCTV, si el mismo fin del socialismo del partido de ZP es la destrucción del estado como ya dijo Pablo Iglesias antes de la guerra?

Un saludo español