miércoles, 25 de agosto de 2010

PLATERO Y LOS MUYAHIDINES


Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. No cuesta imaginárselo retozando bajo las enormes higueras y recibiendo los traviesos brevazos de Rociíllo en su lastimero hociquito, como cañonazos de almíbar y miel; o mirando por el rabillo del ojo a la nerviosa Diana, la perrita gris que asoma su pequeña cabeza de entre las patas de Platero mientras descansa a la sombra; o bajando al pobre canario muerto al jardín junto a los demás niños, como un miembro más de la enlutada escuadra benjamín. Y es que Platero, tan torpe y juguetón, es uno más. Hasta huye de los burros y los hombres de Moguer. ¿Habrá en el mundo alguien más como él?, se pregunta su amo mientras juega Platero a romper los espejos del arroyo con sus cascos sin herrar.

A miles de kilómetros, allá por las quimbambas, una caravana con menos arboladura que el Santísima Trinidad recibiendo bolazos y palanquetas, anhela encontrar un buen puñado de plateritos llorosos y hambrientos. Una caravana repleta de almas mustias que buscan alimentar sus raíces ya secas con las lágrimas del que sufre. Llevan alimentos. También medicinas; pero por encima de todas las cosas portan sus galeras una sed infinita de llenar sus vidas a cambio de las espinas de los demás. Ignoran el peligro. Es más: lo desprecian. Sus furgonetas llevan como estandarte una solidaridad que todo lo puede a modo de Lábaro Santo. Barcelona Acció Solidaria.

Saben que Malí, Níger, Chad, el lomo de África, es de por sí un nido de campos de entrenamiento de futuros muyahidines y Mauritania uno de sus principales focos de acción desde hace años. No importa. No atienden a recomendaciones ni a señales de peligro. Humo de paja. También saben que entre bueyes no hay cornadas, y ellos, tan progresistas, tan antiimperialistas, tan quítame las manos de encima, Mr. Danger, casi que se sienten jugando en casa. Quieren salir en la foto. Cabría suscribir las palabras de Unamuno respecto a los separatistas y comunistas españoles: «La única petición clara es que quieren ser guapos. Y la majeza es una endemia muy española». Pleno al quince, pues presumen de comunistas y separatistas a partes iguales. Sueñan con ser casanovas.

Así las cosas, y como el peligro no entiende de azares sino de oportunidades, se plantan en Noviembre de 2009 con su caravana en una de las carreteras más peligrosas de la zona. Como ratones víctimas de su propia ratonera, son presa fácil en una emboscada orquestada por un grupo de terroristas de AQMI. Y adiós muy buenas. Alicia Gámez, Albert Vilalta y Roque Pascual han sido cogidos, que diríase jugando al escondite. Los fardos de quincalla y alimentos que les rodeaban demudan en acollonantes Kalashnikovs y gumías.

Pero de poco importa. La buena de Alicia es puesta en libertad al tiempo ya que, según un comunicado de Al Qaeda, ha sido convertida al Islam. Algunos medios, considerando que ser muyahidín no encuentra necesariamente plena equivalencia con la idiotez, tasan la conversión en torno a los dos millones de euros. Como gallinas marcadas con la calza en la patita, saben los terroristas que en España se paga a tocateja. Así, Albert y Roque respiran más que tranquilos, ya que en Madrid mueve los hilos todo un Príncipe de la Paz que deja como trapo de fregar al mismísimo Godoy.

Nada tenemos que ver con los gabachos, pues éstos tiran a matar, como demostraran en la operación franco-mauritana en la que acabaron con la vida de seis terroristas pertenecientes a la célula que asesinó a un rehén británico y otro francés, o en el secuestro de un yate galo por parte de los piratas somalíes que, tras coger el maletín del rescate, fueron recibidos con disparos en el entrecejo a manos del ejército francés que los aguardaba en la orilla haciéndoles caer como moscas a cañonazos. Y recuperando la bolsa, claro está. De igual cabe mencionar idénticos rescates a buques americanos por parte de la Armada de los EE.UU o secuestros en tierra. O Reino Unido. O Israel. O Australia… Pero distinta suerte se corre en este rabo de Europa por desollar. Los pedagogos de la Corte asumen que la mejor manera de entibar a un niño consentido y cabrón es darle todas las golosinas que se le antojen al primer rebuzno de cambio. ¡Y a calderadas! No importa que tengan frente a ellos auténticos morlacos terroristas y no al pobre de Platero. No importa que la prensa internacional y más en concreto la argelina bramen ante la genuflexión de España, por la cual se violan las convenciones firmadas entre los países del Sahel con las que se comprometían a no negociar con grupos terroristas. Nada de eso importa. Yendo más lejos, olvidan que el Príncipe de la Paz es capaz de ofrecerle un banquete a los terroristas a cambio del inmediatismo de las medallas. Todo él, tan escarlata y separatista, sueña con ser guapo.

Dicho y hecho. Siete millones, baño de flashes y viento en popa hasta Barcelona. Ni muestra de resarcimiento, ni orejas gachas, ni siquiera vergüenza en los lacados ojos de Albert y Roque. Más al contrario, se sienten héroes. Ahora más que nunca. Toda España sabe que sus bravuconadas no fueron más que pura estupidez, jugar a meter los dedos en el enchufe. El periodista y escritor Antonio Pérez Henares contaba ayer en Veo7 cómo se las gastaron los miembros de Barcelona Acció Solidaria cuando fue en 2007 junto a otro grupo de periodistas a cubrir las operaciones de la caravana, con sus irresponsabilidades y desprecios por almudes. Y de aquellos polvos, estos lodos. Acció Solidaria ya ha dicho que la mejor manera de homenajear a los secuestrados es hacer otra caravana solidaria. Olvidan que quien busca el peligro en él perece. Quizás tengan que salir al encerado a escribir con tiza que los terroristas no son serafines y la próxima vez se encuentren probablemente con la degollina en lugar de la libertad.

Pero ni por esas. Seguirán creyendo que a la llamada dulce de “¿Platero?” correrá éste hacia a ellos con no sé qué trotecillo alegre, en no sé qué cascabeleo ideal… No quieren aprender que lo más parecido a Platero que hallarán por esos campos arriscados será no sé qué extraña fauna que más bien pasaría por el famoso burro dinamitero de la Guerra. Y es que entre la leva filantrópica se agarra la máxima del son tontos los que lo parecen y la mitad de los que no lo parecen. En efecto, hay capullos que no quieren ser rosas.

Y mientras tanto, a continuar alimentando la Hidra del terrorismo gracias a las irresponsabilidades de la cuadrilla altruista que no ve juego más entretenido que el de prenderle fuego al avispero.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Los tenemos en oferta! ¡Al rico ciudadano español! Esto es lo que le ha faltado gritar al gobierno español. Lamentable, no me extrañaría nada que les hayan pagaran a los del Comité para la liberación de Melilla para que dejaran de humillar a nuestras policías. Y los de Acción Solidaria me repulsan aun mas, es indígnate que todos los españoles le hayamos tenido que pagar la excursión a estos niños ricos que sabían de antemano a donde iban y el peligro que suponía.
Suludos

Natalia Pastor dijo...

Lo de estos pijiprogres es de traca: no sólo ejercen de "concienciados" paladines de la casposa izquierda "solidaria", esa gauche divine de canapé de foie y moqueta, sino que además nos cuestan cantidades multimillonarias en pagar sus rescates indecentes y ominosos a unos terroristas ante los que el Gobierno de Zapatero se postra de hinojos de manera claudicante.

doblesobresencillo dijo...

EDURNE URIARTE
Día 26/08/2010

Pues no, no le comprendo, Sr. Rubalcaba. No comprendo que en su rueda de prensa para informar del asesinato de dos guardias civiles y un intérprete en Afganistán, usted volviera a negarse a hablar de los ocho millones de euros pagados al terrorismo fundamentalista por su Gobierno. «Comprenderán que éste no es el momento y el lugar para responder a esa cuestión», contestó a una de las escasas preguntas que admitió, cuando se le inquirió por la comparecencia de la Vicepresidenta pedida por el PP para explicar el rescate de Vilalta y Pascual.

Pero el nerviosismo mostrado ayer por Rubalcaba se debía precisamente a que él sabe que sí era el momento y el lugar, que una cosa y otra están estrechamente relacionadas. A este ministro se le pueden achacar muchas cosas pero no falta de inteligencia y conocimiento de los problemas. Y él sabe que los ocho millones de euros entregados a Al Qaeda servirán para financiar la Yihad en todos los lugares del planeta. Lugares de los cuales Afganistán constituye en estos momentos un centro vital puesto que puede reportar al terrorismo islámico un triunfo sobre el enemigo occidental. Y para ello Al Qaeda colabora con los fundamentalistas locales que son los talibanes.

De la misma forma en el pago del rescate a los piratas somalíes, los españoles podemos admitir un estado de imperiosa necesidad, una elección entre la vida y la muerte de Vilalta y Pascual, que justifique la decisión del Gobierno. Pero lo que no es admisible es que se nos niegue la información y la verdad sobre las consecuencias de ese pago. Porque el Gobierno ha salvado a dos españoles del fundamentalismo islámico. Pero sólo unas horas después ha perdido a tres compatriotas a manos de ese mismo fundamentalismo. Y entre unos y otros ha financiado con ocho millones a Al Qaeda y ha liberado a un terrorista.