martes, 17 de marzo de 2009

TE LA METIÓ, IZASKUN

Cuando los más elementales principios morales se hayan lastrados por el peso y poso de la herrumbre, el desfonde de los mismos se antoja improbable. Más aún, la indecencia tenderá a avanzar a matacaballo como una metástasis desatada. A toda brida.

Así, lejos de mantener la línea de flotación, Zapatero, con su estilo charro y gerundiano, prende a diario la pólvora de las culebrinas hasta hacerlas despertar en tormenta y desgajar las piezas de su chalupa ante la lluvia de cañonazos.

No hace mucho, prometía una llamada a la joven Izaskun en el programa de TVE “Tengo una pregunta para usted”. No era una llamada cualquiera. Se trataba de una de esas que se producen una vez en la vida y que dibujan sonrisas en los estratos más profundos del alma. A la salida de plató, Zapatero se tomó la licencia de dedicar unas pocas palabras hueras, maquilladas como su córvida jeta por una de esas estilistas de televisión y, ante todo, cargadas de sentimentalismo ñoño. Reconoció que la pregunta de Izaskun le hizo recordar las tareas por las cuales "merece la pena" ser presidente del Gobierno, al tener la posibilidad de tomar medidas para "cambiar la vida de mucha gente" que, sin esas decisiones, no tendrían "ningún horizonte".

La famosa e incuestionable mentira como arma revolucionaria que llevara por bandera el mismísimo Lenin, se ve refrendada por nuestro dilecto Presi, haciendo de ella, además, una suerte de égida que todo lo vence. Y tanto. La ingenua Izaskun se tragó la pastrija con cuchillo y tenedor. De la llamada no queda ni las espinas. Nunca existió y, probablemente, nunca lo hará. Así, el cinismo queda grabado, como si de un código de barras de tratara, en el rostro de Zapatero por cada una de las sonrisas que va regalando al tiempo que promete lo que ni él mismo cree. He ahí la semilla del mal. Gestos y palabras grandilocuentes, filantropía de top manta, talante, pacifismo y nubes de colores. Sin embargo, a la luz de los hechos, lo que prevalece es un paroxismo de anorexia moral que degrada no sólo a quien la padece, sino a todo aquel a quien castiga con sus vitriólicas trapisondas.

A estas alturas del partido, no dudábamos de la patente de navegación provista por Zapatero y con la cual se veía autorizado para navegar por las aguas de la indecencia y la amoralidad. De acuerdo. Lo que, sin embargo, parecía más improbable en un cordero mueso de este pelaje, es que dejase con la miel en los labios del alma no sólo a los malvados empresarios capitalistas o a los maquiavélicos demonios del PP, sino que desmochara inclusive a los más desprotegidos y vulnerables. Así, la indefensa Izaskun, se convierte no sólo en testigo presencial de la degradación de las instituciones, que dejan inermes a los afectados por el Síndrome de Down como ella, sino que pasa a engrosar la cola de los manipulados y engañados por los tantos programas de cirugía plástica con los que el Gobierno trata de hacerse más apetecible. Ya saben: una rinoplastia por aquí, un poquito de pecho por acá; pero la esencia, el corazón, el nudo gordiano que, como aludiera Fernando II, lo mismo es cortarlo que desatarlo, nos demuestra que tras tanta apariencia se encuentra una esencia deletérea y deleznable.

Se incurre en el vicio moral de la hipocresía cuando dejamos de tener coherencia con nuestros propios principios. Por tanto, el pasaporte moral de Zapatero se halla infectado por los gérmenes del vicio y el indecoro, llevándolo a un terreno en el que el abandono de todo aquello que agarra se convierte en el padrenuestro de cada día. Lo mismo promete pleno empleo que crea un caldo de cultivo óptimo para un opíparo desempleo. De igual se compromete a cubrir entre algodones a los más desfavorecidos que los deja al albur de la tormenta. Y suma y sigue.

Con estas cartas, es de natura que la indefensa Izaskun confesara en la rueda de prensa de presentación de la II Gala de Down España del próximo día 21 que no quiere hablar del tema. La decepción corre por sus venas a ritmo de tantán. Sístoles y diástoles se suceden de forma alternativa bombeando una caterva de soldados encargados de prender la llama de la desilusión. Es el resultado de dibujarnos un mundo idílico al otro lado del espejo, tal como ocurriera en A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Y es que ya lo analizó el eximio filósofo Gustavo Bueno en su obra Zapatero y el Pensamiento Alicia. Nos encontramos con un personaje infantil, rayano con lo patológico, capaz de nadar sin mojarse la ropa y con más obsesiones que ideas. Es por ello que a su paso deje un rastro de desilusión como el que cubre a Izaskun. Pobre. Otra víctima más...

2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Muy bueno el post,samuel.
La verdad es que Izaskun es otra pobre víctima más de ese farsante redomado,de ese mentiroso compulsivo y patológico,que ha hecho del cinismo y la falacia una manera de hacer política,su modus vivendi cotidiano.
La suerte de Izaskun,fue que vino a este mundo cuando Zapatero no gobernaba:hoy no hubiera nacido.
Sería papilla en una turmix en cualquier clínica abortiva.

Mike dijo...

Se la metió cruzada.

"Tú a quien prefieres?"

"Yo soy de Zapatero" dijo toda contenta, ella, despues del programa.

Pues venga. Ahora que hay crisis, a comer Zapatero.