Se cuenta de Carmela Combre, madre del primer piloto de aviación de Perú, que momentos antes de tomar éste el mando de su avión, le aconsejó ella: Hijo, vuela bajo y despacito. Nadie le avisó a esa seráfica madre que por las autopistas del cielo lo canónico es más bien lo contrario: alto y rápido. ¡Peina el Sol a toda brida!, debería haberle imperado en ese caso la buena mujer. No obstante, si Carmelita clavara su mirada por estos lugares, se toparía con que no sólo ella hizo un ejercicio del más fino malabarismo al poner el mundo al revés. Nada más lejos. Cuántos aviones acarician nuestras cabezas a diario...
Lo hemos visto esta misma semana con el indómito palafrenero de Gallardón. Manolito Cobo temiendo por la seguridad de su familia en vistas a que, al parecer, la supuesta gestapillo de Doña Cleopatra andaría entre las sombras espada en ristre. Pero, evidentemente, los juegos de rol no casan con la vida real. De ahí que Nerea Alzola, siempre tan mordaz, tan puntera, le aconsejara al malandrín Cobo visitar Elorrio y otros pueblos del País Vasco para sentir de cerca el miedo real. Así las cosas, zumban los oídos como diez jabardillos de abejas escuchar al Soviet de Génova equiparar a Cobo, quien calificaba de vomitiva la actuación de Aguirre, con la propia Presidenta de la Comunidad de Madrid. Víctima y verdugo compartiendo celda.
De la misma guisa nos viene la baladronada de Cospedal y Arenas implorando respeto por parte de Esperanza Aguirre al no personarse en el Comité Ejecutivo del PP, mientras semanas anteriores se cosían las bocas ante la ausencia de Camps. Lo importante es poner a Aguirre como siervo de la gleba. Para ello cabe incluso olvidar que ella sí sabe lo que es una mayoría absoluta, frente a la Segundísima Cospedal o el menestral Arenas, ilustre alfarero de las mil y una derrotas. Bien se entienden, pues ya se sabe que entre bueyes no hay cornadas.
Y otra de piratas. La que nos sirven con la reforma de la Ley Beckham. Mientras vemos cómo deportistas británicos comienzan a tomar el tren tras la subida fiscal del 40% al 50% que implementó Gordon Brown en el tipo máximo sobre la renta, nos disponemos aquí en España, siempre bajo la férula de comunistas y sindicalistas, a subirles un 20%. Mayor regulación y subidas de impuestos, la fórmula mágica para que empresarios y trabajadores huyan de nuestro país. Mientras, la lechigada de políticos no tributa el 75% de sus ingresos, añadiéndole a su panoplia de privilegios dietas, viajes, francachelas...
Y entre tanto gorigori, cómo no iban a andar cacerola y almirez en mano los sedicentes artistas. Firman esta vez un manifiesto bajo el título Otra política y otros valores para salir de la crisis. ¿Se imaginan un manifiesto de artistas sobre la física nuclear o sobre la química estructural?, se preguntaba en su artículo Juan Ramón Rallo. La negativa a dicha pregunta se sustenta en la más diáfana de las evidencias: harían un ridículo de mojiganga. Sin embargo, nuestros artistas egregios gozan de buena salud e incluso credibilidad. Lo que debiera ser desternillante se toma incluso con aplomo. Entre los habituales abajo firmantes se encuentran muchos de los titulares de siempre. Pilar Bardem, Almudena Grandes, Eva Hache… Se ve que la eximia Bardem respira tranquila tras tener su propia calle en Sevilla y asegurarse de que este país es un cortijo de zotes que no saben apreciar el buen arte, pues, según los guarismos, su última película ‘’La vida en rojo’’, vendió 1.151 entradas (Con humildad: que entran más personas en mi blog que en las salas de cine para ver la película). De ahí que tenga que buscarse los frijoles queriendo hacer caja incluso en los hospitales haciendo las veces de una suerte de Segunda Agencia Tributaria cobrándoles el peaje televisivo a los enfermos. Entre las muchas consignas de chichinabo que pregonan en su manifiesto, destaca la de que nos encontramos inmersos en una grave crisis de valores. ¡Quia! No podemos estar más de acuerdo con ellos. Y es que es deleznable que en estos tiempos que mal corren se valoren y tengan tanto tonelaje político los sindicatos obreros. Mientras su existencia se limita a parasitar el bolsillo del contribuyente dado que reciben el oxígeno del Presupuesto del Estado y no de las cuotas de afiliados, se toman la licencia de embestir a matacaballo contra todo aquel que quiera poner un mínimo de decencia sobre la mesa. Y es que, tanto C.C.O.O. como UGT –también adheridos al manifiesto- mugen como castrados en cuanto se les habla de una reforma laboral. Para ellos, la resolución de la actual crisis pasa por reducir la jornada laboral y no abaratar el despido bajo ningún concepto. No hay peor ciego que aquel que se barrena sus propios ojos. Y es que nuestros eximios sindicalistas parecen no querer ver el fracaso que tuvo en la vecina Francia la aplicación de las dichosas 35 horas semanales. Según el ínclito Cándido Méndez, más cerca de Hugo Chavez que de Hayek desde luego, las empresas tendrían que demandar más trabajadores de esta manera y…¡crisis resuelta! ¡Albricias!. Entra tanta octavilla y panfleto anticapitalista olvida que el viento propone y la vela dispone. Las buenas intenciones quedan en agua de borrajas si no van acompañadas de acciones inteligentes. Desconoce lo más elemental del Manual de Economía Nivel Básico: El trabajador, al igual que la electricidad, las materias primas y demás, es un bien de producción más; y si éste se encarece, la solución para el empresario pasará por utilizarlo menos buscando alternativas. Y es que no quiere entender Don Cándido –que de candidez va a raudales- que reducir la jornada laboral cobrando el mismo salario implica incrementar ese mismo coste, dado que si trabajando menos se cobra igual, el factor productivo del trabajador se ve encarecido. La misma venda se pondrán los sindicatos para no casar con la evidencia palmaria de que poner trabas al despido es tanto como poner trabas a la contratación. Lisa y llanamente.
Nunca ha sido tan necesaria como ahora la figura de un Keith Joseph en nuestro país. El Ministro de las ideas de Margaret Thatcher, como chacotera y amistosamente se le conocía, se metió de lleno en una cruzada personal contra los sindicatos asaetándolos con la fuerza de las ideas hasta el punto de llegar a convencer a la opinión pública de la mezquindad de estos organismos depredadores. Quizás así nos ahorraríamos la plúmbea digestión que nos supone tener que escuchar de vez en cuanto a personajes del jaez de Willy Toledo, siempre experto en sacar el paraguas cuando el Sol más alumbra. Capaz de lucir con fruición una camiseta del genocida Ho Chi Minh mientras desmocha en la entrega de los Goya a José María Aznar por involucrarnos en una Guerra de Irak -en la que ni cortamos ni pinchamos- con ese donaire de hombre resuelto, casi de oráculo chino. Quítate de ahí que me tiznas, le dijo la sartén al cazo… O capaz de cuadrar el círculo diciendo que la España de Zapatero es neoliberal y ultracapitalista (¡!) –Y Reagan fue el primer comunista-. También lo será pues el Banco Mundial, según se sustrae de su último Informe Doing Business que anualmente elabora para medir la facilidad para hacer negocios en un total de 183 países. El sinsorgo Willy desconoce que la España neoliberal ocupa el puesto 146 en el ranking de Facilidad para abrir una empresa, siendo más fácil abrir un negocio en Zimbawe o en Honduras (145 y 144 respectivamente); o que contamos con uno de los sistemas laborales más rígidos del planeta, ocupando el puesto 157, teniendo por detrás a Mozambique, por citar un ejemplo. Si tener un nivel tercermundista en cuanto a posibilidades de negocio y facilidades en contratación es la bandera del liberalismo, que más bien predica lo contrario, intelectuales de la talla de Willy Toledo más bien parecen haberse dejado por el camino las nociones culturales más elementales. Ah, por cierto, la presión fiscal total sobre las empresas deglute hasta el 57% de los beneficios -¡Malditos lobos capitalistas!-. De esta manera, estamos por detrás de… ¡Madagascar! ¿Pero no defendía el liberalismo la reducción del papel del Estado? Así las cosas, si en lugar de poner como chupa de dómine a toda una doctrina que él mismo desprecia se limitara a conocer algo más de la situación real de las cosas, quizá nos privaría de buenos momentos de humor como los que disfrutamos cada vez que abre la boca, pero por ajustar cuentas con su propia conciencia no estarían de más unos sorbos de conocimiento, a fin de no ser otro pobre avión que vuela muy, pero que muy bajo.
1 comentario:
Decia el otro día Pérez Reverte en su artículo de EL SEMANAL referíendose a nuestra casta política y a la crisis que nos asola ;"Un Gobierno cínico, demagogo, embustero hasta el disparate. Una oposición cutre, patética, tan corrupta y culpable de enjuagues ladrilleros que trajeron estos fangos, que resulta difícil imaginar que unas simples urnas cambien las cosas. Sentenciándonos, entre unos y otros, a ser un país sin tejido industrial ni empresarial, sin clase media, condenado al dinero negro, al subsidio laboral con trabajo paralelo encubierto y a la economía clandestina".
Si metieramos a todos en una "turmix", a Cobo y a Cospedal, al melífluo Rajoy, al ambicioso y sin escúpulos Gallardón, al señorito bronceado Arenas, ese guayabo de telenovela vespertina,a los sindicalistas, a los titiriteros, al listo calixto de "La vida en rojo", a los 1.151 que fueron a verla... nos sale,Samuel, un país de opereta bufa, un retablo de mzquindades y mediocridades insufribles, un rebaño pastoreado "ad nauseam", un cúmulo de golfos y golfas de distinto calibre pero con el mismo pelaje...
En suma, y como dijo Raúl Rivero referido a Cuba, "la radiografía de un país exhausto sin horizonte y sin futuro", pero que nos sirve para nuestro particular reino de diecisiete taifas.
No es que el mundo esté al reves;es que a España como dijo Guerra en su día, ya no la conoce "ni la madre que la parió".
Coda:
Me alegro de tu regreso a la blogosfera.
Publicar un comentario