"No quiero prohibir al gobierno que haga nada, excepto impedir que los demás hagan algo que podrían hacer mejor que él". Friedrich A. Hayek
martes, 27 de febrero de 2007
A FUERZA DE ARRASTRARSE
«P.-¿Conocéis la fábula del inmortal autor de Los amantes de Teruel?
C.-No la recuerdo.
P.-Es muy breve. El águila real que anida en eminente roca, ve cierto día que un caracol de la honda vega había logrado llegar hasta su altura, y le pregunta, sorprendida:
¿Cómo con ese andar tan perezoso tan arriba subiste a visitarme?»
«Subí, señora-contestó el baboso-,¡a fuerza de arrastrarme!»
¿Podemos ser águilas?, pues a volar. ¿No podemos?,¡pues seamos babosos, pero arriba!»
Después de exornar este pequeño introito con unas líneas de José de Echegaray, vamos a engarzar los eslabones:
Pues bien, la última nueva que nos deja Zapatero –con ese donaire de hombre resuelto que le caracteriza– es que ha apreciado “elementos distintos” a anteriores declaraciones de Otegi. A renglón seguido, añade que "lo esencial es que la democracia tenga la seguridad de que la izquierda abertzale rechaza la violencia".
Esto, visto así, es como pedir cotufas en el Golfo. Además, por si fuera poco, el Secretario General del PSOE decía a los medios que “la oposición del PP es una desgracia para España", a lo que siguió: "no pone alternativas encima de la mesa y ha ido crispando su discurso". ¡Mirífica actuación! Sin embargo, nuestros queridos serafines dan la impresión de no querer recordar quiénes fueron los encargados de deglutir el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, así como la posterior Ley de Partidos. Si es que la memoria es tan selectiva que algunas veces se vuelve contra uno mismo.
Por su parte, la izquierda abertzale sigue igual de vatídica al anunciar una y otra vez que estarán en las próximas elecciones. Para ello, ya se vienen encargando de espetar con procacidad sus moralinas de aires venturosos por los distintos municipios del País Vasco, así como de enviar folletos en los que ilustran su programa político. Vamos, metidos en el papel hasta el tuétano. Y es que serán sangrientos, pero no tontos. Han sabido conocer al enemigo –convertido en “amigo”-, lo han estudiado y analizado con paciencia y rigor de taxidermista, hasta encontrar el momento más adecuado para mover ficha. Muy astutos, de eso no hay duda. De tal manera trabajaban los guerreros ninjas; pero no olvidemos que tanto unos como otros no dejan de ser asesinos de la cruz a la bola.
Pero el entorno de ETA sigue en sus trece a la hora de aventurarse a prometer una nueva era dorada en la política vasca. Del mismo modo alardean en sus arengas de ser una izquierda “progresista, pacifista y defensora de los Derechos Humanos”, en contraposición a ese supuesto fascismo que se encarga de obstaculizar sus manifestaciones ilegales. Esto, sinceramente, es en la práctica una forma más de tratarnos como verdaderos gilipollas y –además- amnésicos. ¿Después de tantos años de execrable acerbo creen de verdad que va a pasar por el colador semejante patraña? ¿Pacíficos? ¿Derechos Humanos? Y Hermanitas de la Caridad… Son tan pacíficos que Otegi mismo dijo respecto a la situación De Juana Chaos que "tiene que ser puesto en libertad" porque su muerte –amenaza– "nos situaría en una posición muy delicada”.
Algo falla en todo esto. Por lógica democrática, el ejercicio de la violencia es incompatible con la legalidad política. Así que, por tanto, –y duele tener que aclararlo- el mero intento de tomar parte en las próximas elecciones municipales siendo ETA-Batasuna el estandarte del terror en nuestro país, debería ser tajado sin contemplaciones de acuerdo a la Ley, pues lo contrario no sería más que una nueva tarascada garbancera al Estado de Derecho. Resulta vergonzoso ver cómo están sabiendo capear las normas de un juego que no les corresponde y cómo siguen adelante impávida y desaforadamente en busca de sus propias tierras de promisión. Claro que, ahora más que nunca, matar ha valido la pena. Y tanto...
Decía Novalis que destino y espíritu son nombres de un solo concepto. Así, el maridaje del bicípite ETA-Batasuna sólo ha de tener un destino: la ilegalidad.
Parece que apostar por el Principio de la legalidad se ha convertido en una maraña de sueños inalcanzables en este país.
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1 comentario:
Destilas un estilo exquisito y llamas a las cosas por su nombre.
Buena mezcla y buen blog. Sigue así.
Enrique.G
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